Ad Salutem, de SS Pio XI explica la enseñanza de Juan Pablo II

16 May, 2011

Papa Pío XI, encíclica Ad salutem, #27, 20 de abril de 1930: “…toda compulsión y locura, todo ultraje y lujuria, son introducidos en la vida del hombre por los demonios a través de la adoración de dioses falsos”.

El apóstata Karol Wojtyla, quien se hizo llamar Juan Pablo II, besando el Corán



El Concilio de Elvira explica la enseñanza de Juan Pablo II

16 May, 2011

Concilio de Elvira, 305 d.C.:

“Se decreta que los adultos que después de recibir el bautismo hayan entrado en templos paganos para adorar a los ídolos, lo que es un crimen mortal y el sumo de la maldad, no podrán ser admitidos a la comunión, incluso en la muerte” .

El apóstata Karol Wojtyla, quien se hizo llamar Juan Pablo II, reza al dios de los judíos



Decimos NO a la “beatificación” de Juan Pablo II

1 May, 2011

La doctrina católica manda rechazar esta “beatificación”

“Velad y estad firmes en la fe, obrando varonilmente y mostrándoos fuertes” (1 Corintios 16, 13)

“Pues esos falsos apóstoles, obreros engañosos, se disfrazarán de apóstoles de Cristo; y no es maravilla, pues el mismo Satanás se disfraza del ángel de luz” (2 Corintios 11, 13-14)

Ante la “beatificación” de Juan Pablo II por Benedicto XVI, quienes firJuan Pablo IImamos esta declaración, lo hacemos para alertar a los fieles católicos sobre este fraudulento acto y manifestar delante Dios y de la historia que no aceptamos tal abominable acto. Es necesario, para darle a esta declaración la adecuada perspectiva , aclarar tres aspectos importantes:

1°.- Nos confesamos católicos, apostólicos, romanos; obedientes y fieles al magisterio perenne e infalible de la Santa Iglesia Católica, la única verdadera Iglesia de Cristo, fuera de la cual no hay salvación ni remisión de los pecados. Creemos absolutamente en la institución del papado, que Cristo estableció sobre Pedro y sus legítimos sucesores, los romanos pontífices .

2°.- Como católicos vemos y sentimos con el mayor dolor de nuestras almas, que en la Iglesia Católica se está operando la mayor apostasía y consecuente crisis en toda la historia del cristianismo , la cual no ha hecho más que agravarse aceleradamente, a partir del Segundo Concilio Vaticano (1962-1965). Esta crisis no tendría ni la profundidad ni la amplitud actual si no fuera por la complicidad y aceptación directa de la casi totalidad jerarquía eclesiástica y la pasividad indiferente de los fieles que se dicen católicos. Esta crisis fue incluso reconocida por el propio Paulo VI, quien puso en marcha las “novedosas” enseñanzas de ese concilio .

3°.- Esta apostasía posee tres rasgos principales:

a), la propagación en los medios “católicos” de la herejía modernista, condenada solemnemente por el Papa San Pío X en la encíclica Pascendi, del 8 de diciembre de 1907 y en el decreto Lamentabili del 3 de julio del mismo año, como siendo “la síntesis de todas las herejías”. La difusión progresiva de esa herejía no ha hecho más que socavar la fe de los católicos, tanto clérigos como seglares. Según lo denuncia el mismo pontífice en la encíclica Pascendi, la difusión de esa herejía es parte de una conspiración de “los peores los enemigos de la Iglesia” que se han infiltrado en ella, puesto que “ellos traman la ruina de la Iglesia, no desde fuera, sino desde dentro” .

b), la consecuente adaptación de la Iglesia al “espíritu del mundo”, sofisma totalmente contrario al espíritu del cristianismo, según nos enseñan los apóstoles: “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios…” nos dice San Pablo en 1 Corintios 2, 12 . Dicha adaptación al mundo no ha hecho sino agravar más la crisis, llevando a la casi totalidad de los clérigos a la apostasía y a los peores desórdenes morales (muy noticiados en la prensa de hoy y por casi todos conocidos), aumentando de esta manera la pérdida de la fe de los católicos.

c), la demolición de las tradiciones litúrgicas milenarias de la Iglesia, heredadas desde los tiempos apostólicos – que son las que constituyen la esencia del culto católico –, en especial la reforma del Santo Sacrificio de la Misa, reforma introducida por Paulo VI en 1969, que transformó el principal acto de adoración católico en un rito semejante al de los protestantes, contraviniendo directamente la orden dada a perpetuidad por el Papa San Pío V en la bula dogmática Quo primum tempore de 1570 .

LA VIRGEN MARÍA AL MENOS TRES VECES NOS ALERTÓ DE LA APOSTASÍA EN LA IGLESIA

Todo lo anterior nos hace recordar con vivo sentir, las palabras que pronunció la Virgen Santísima en Ecuador, 1594 : “… a través de la mayor parte del siglo veinte, muchas herejías abundarán… La preciosa luz de la fe se extinguirá en las almas debido a la casi total corrupción de las costumbres. Para entonces habrán grandes calamidades, físicas y morales, públicas y privadas. Las pocas almas que preservarán la devoción a la fe y las virtudes sufrirán cruel e indescriptible congoja, algo así como un prolongado martirio…”. Después, con términos más graves, la Reina del Cielo dijo en la Salette, Francia, el 19 de septiembre de 1846 : “En el año 1864, Lucifer junto con un gran número de demonios serán liberados del infierno; ellos eliminarán la fe poco a poco, incluso en quienes se dedican a Dios. Serán cegados de tal manera, que, a menos que sean bendecidos con una gracia especial, esas personas asumirán el espíritu de estos ángeles del infierno; varias instituciones religiosas perderán toda fe y se perderán muchas almas… ROMA PERDERÁ LA FE Y SE CONVERTIRÁ EN LA SEDE DEL ANTICRISTO… LA IGLESIA SERÁ ECLIPSADA…”.

ALGUNAS DE LAS PRINCIPALES HEREJÍAS DE JUAN PABLO II

I.- Juan Pablo II ensenó la salvación universal, es decir, que todos los hombres se salvan

Juan Pablo II, encíclica Redemptor hominis, # 13, 4 de marzo de 1979: “Se trata de ‘cada’ hombre, porque cada uno ha sido comprendido en el misterio de la Redención y con cada uno se ha unido Cristo, para siempre, por medio de este ministerio” .

Juan Pablo II, encíclica Redemptoris missio, # 4, 7 de diciembre de 1990: En el hecho de la Redención está la salvación de todos, ‘porque cada uno ha sido comprendido en el misterio de la Redención y con cada uno Cristo se ha unido, para siempre, por medio de este misterio’” .

Juan Pablo II, encíclica Centecimus annus, # 53, 1991: “No se trata del hombre abstracto, sino del hombre real, concreto e histórico: se trata de cada hombre, porque a cada uno llega el misterio de la redención, y con cada uno se ha unido Cristo para siempre a través de este misterio” .

Juan Pablo II, homilía, 6 de junio de 1985: “La eucaristía es el sacramento de la alianza del cuerpo y sangre de Cristo, de la alianza que es eterna. Esta es la alianza que incluye a todos. Esta sangre llega a todos y a todos salva” .

Evidentemente, los espíritus disipados de los fieles de hoy, recibirán con alegría estas declaraciones heréticas. La razón, claro, es que JPII enseña lo que un alma que perdió – o está por perder – la fe quiere escuchar: que todos los hombres se salvan. Dado que nos limita la extensión de esta declaración, también presentamos sólo unas pocas citas del magisterio de la Iglesia para probar los puntos expuestos:

Papa Gregorio X, segundo Concilio de Lyon, ex cathedra: “Las almas de aquellos que mueren en pecado mortal o con solo el original, descienden inmediatamente al infierno, para ser castigados, aunque con penas desiguales” .

Papa Paulo III, Concilio de Trento, sesión, 6, ex cathedra: “Mas, aun cuando Él murió por todos [2 Cor. 5, 15], no todos, sin embargo, reciben el beneficio de su muerte, sino sólo aquellos a quienes se comunica el mérito de su pasión” .

II.- Juan Pablo II enseñó que el Espíritu Santo es el responsable de las religiones no cristianas

Juan Pablo II, encíclica Redemptor hominis, # 6, 4 de marzo de 1979: “¿No sucede quizá a veces que la creencia firme de los seguidores de las religiones no cristianas, —creencia que es efecto también del Espíritu de verdad, que actúa más allá de los confines visibles del Cuerpo Místico…” .

Juan Pablo II, encíclica Redemptoris missio, # 29, 7 de diciembre de 1990: “La relación de la Iglesia con las demás religiones está guiada por un doble respeto: ‘Respeto por el hombre en su búsqueda de respuesta a las preguntas más profundas de la vida, y respeto por la acción del Espíritu en el hombre’” .

Juan Pablo II, encíclica Redemptoris missio, # 56, 7 de diciembre de 1990: “Las otras religiones constituyen un desafío positivo para la Iglesia de hoy; en efecto, la estimulan tanto a descubrir y a conocer los signos de la presencia de Cristo y de la acción del Espíritu” .

Sin embargo, la Escritura y la tradición nos enseñan que las religiones no cristianas pertenecen al diablo, y que los “dioses” que ellos adoran en realidad son demonios.

Salmos, 95, 5: “Todos los dioses de los gentiles son demonios…”.

1 Corintios, 10, 20: “Antes bien, digo que lo que sacrifican los gentiles, a los demonios y no a Dios lo sacrifican. Y no quiero yo que vosotros tengáis parte con los demonios”.

III.- Juan Pablo II enseñó y practicó por completo el indiferentismo religioso

Esta es quizás la característica más común del “magisterio” y obra del “pontificado” de Juan Pablo II, ya en cada país que visitó, profirió idénticas mentiras. He aquí algunos ejemplos:

Juan Pablo II, audiencia general, 11 de enero de 1995: “Me complace en esta ocasión asegurar a quienes practican la religión budista mi profundo respecto y sincera estima” .

Juan Pablo II, discurso en el aeropuerto en Korea, 3 de mayo de 1984: “Vuestro orgulloso y tenaz pueblo… que ha producido estupendos frutos en el arte, la religión y la vida humana. Vuestros antepasados abrazaron esos abrumadores mundos espirituales como el confucionismo y el budismo, haciéndolos, a pesar de todo, verdaderamente vuestros, intensificándolos, viviéndolos e incluso trasmitiéndolos a otros. Wonhyo y Sosan… expresan elocuentemente esta hazaña” .

Juan Pablo II, discurso, 22 de mayo de 1989: “Alabados seáis, seguidores del islam,… Alabado seáis, pueblo judío… Alabado seáis especialmente, Iglesia ortodoxa…” .

Con estas palabras, declaraciones y actos, Juan Pablo II dice que religiones falsas y diabólicas, como son el budismo y el confusionismo producen frutos espléndidos de religión. En cambio, los Papas católicos siempre enseñaron lo contrario.

Papa Pío IX, encíclica Qui pluribus, # 15, 9 de noviembre de 1846: “Tal es el sistema perverso y opuesto a la luz natural de la razón que propugna la indiferencia en materia de religión, con el cual estos inveterados enemigos de la Religión, quitando todo discrimen entre la virtud y el vicio, entre la verdad y el error, entre la honestidad y vileza, aseguran que en cualquier religión se puede conseguir la salvación eterna, como si alguna vez pudieran entrar en consorcio la justicia con la iniquidad, la luz con las tinieblas, Cristo con Belial”.

Papa Gregorio XVI, encíclica Mirari vos, # 13, 15 Agosto 1832: “Otra causa que ha producido muchos de los males que afligen a la iglesia es el indiferentismo, o sea, aquella perversa teoría extendida por doquier, merced a los engaños de los impíos, y que enseña que puede conseguirse la vida eterna en cualquier religión, con tal que haya rectitud y honradez en las costumbres. Fácilmente en materia tan clara como evidente, podéis extirpar de vuestra grey error tan execrable. Si dice el Apóstol que hay un solo Dios, una sola fe, un solo bautismo, entiendan, por lo tanto, los que piensan que por todas partes se va al puerto de salvación, que, según la sentencia del Salvador, están ellos contra Cristo, pues no están con Cristo y que los que no recolectan con Cristo, esparcen miserablemente, por lo cual es indudable que perecerán eternamente los que no tengan fe católica y no la guardan íntegra y sin mancha (Credo Atanasiano)”.

IV.- La apostasía de Juan Pablo II en Asís

El 27 de octubre de 1986, Juan Pablo II invitó a los principales líderes de todas las falsas religiones del mundo a acudir a Asís, Italia, para una Jornada Mundial de Oración por la Paz. Juan Pablo II oró con más de 100 líderes religiosos de diferentes falsas religiones, repudiando de ese modo, la enseñanza de la Escritura y del magisterio de 2000 años de la Iglesia Católica que prohíbe la oración con las religiones falsas. Toda la jornada de oración con los paganos, infieles y herejes fue idea de Juan Pablo II. Durante esta reunión, el Dalai Lama colocó una estatua de Buda sobre el tabernáculo en la iglesia de San Francisco.

Juan Pablo II, discurso del ángelus, 12 de octubre de 1986: “En pocos días iremos a Asís, representantes de la Iglesia católica, de otras iglesias cristianas y comunidades eclesiales, y otras grandes religiones del mundo… He hecho esta invitación a los “creyentes de todas las religiones” .

El lector ya no se sorprenderá con estos ejemplos constatar una vez más que Juan Pablo II enseñó lo contrario a lo que enseñaron los verdaderos Papas de la Iglesia Católica:

Papa Pío XI, encíclica Mortalium animos, # 2, 6 de enero de 1928: “Con tal fin suelen estos mismos organizar congresos, reuniones y conferencias, con no escaso número de oyentes e invitar a discutir allí promiscuamente a todos, a infieles de todo género, de cristianos y hasta a aquellos que apostataron miserablemente de Cristo o con obstinada pertinacia niegan la divinidad de su Persona o misión. Tales tentativas no pueden, de ninguna manera obtener la aprobación de los católicos, puesto que están fundadas en la falsa opinión de los que piensan que todas las religiones son, con poca diferencia, buenas y laudables, pues, aunque de distinto modo, todas nos demuestran y significan igualmente el ingénito y nativo sentimiento con que somos llevados hacia Dios y reconocemos obedientemente su imperio. Cuantos sustentan esta opinión, no sólo yerran y se engañan, sino también rechazan la verdadera religión, adulterando su concepto esencial, y poco a poco vienen a parar al naturalismo y ateísmo; de donde claramente se sigue que, cuantos se adhieren a tales opiniones y tentativas, se apartan totalmente de la religión revelada por Dios”.

Juan Pablo II también participó en numerosos eventos, tanto en Roma como en el extranjero, donde se incluían rituales paganos. Estos rituales, que tienen su origen de culturas que son totalmente demoniacas y satánicas, fueron incluidos en muchas celebraciones litúrgicas de Juan Pablo II. ¿Qué pensarían los millones de cristianos, que durante los primeros tres siglos del cristianismo prefirieron sufrir los peores tormentos y el martirio por negarse a adorar y reverenciar a los falsos dioses?

Papa León X, Quinto Concilio de Letrán, sesión 9, 5 de mayo de 1514: “La hechicería, por medio de encantamientos, adivinaciones, supersticiones y la invocación de demonios, están prohibidas por la leyes civiles y las sanciones de los cánones sagrados” .

El 24 de enero de 2002, Juan Pablo II celebró otra reunión de oración pagana en la ciudad de Asís, Italia, una repetición del evento abominable que tuvo lugar en 1986. Durante la segunda reunión de oración de Asís, se autorizó a los representantes de todas las falsas religiones a que subieran al púlpito y dieran un sermón sobre la paz mundial. En la presencia de Juan Pablo II, un sumo sacerdote vudú subió al púlpito superior de la Basílica de San Francisco y dio la prescripción vudú para la paz mundial (recuérdese que los vudús son brujos). Por lo tanto, según las disposiciones de Juan Pablo II, desde el púlpito superior de la histórica Basílica de San Francisco, ¡se le permitió a un brujo dar un sermón y ofrecer una receta para la paz mundial! Esto implicaría cortar las gargantas de las cabras, gallinas y palomas y drenar la sangre de sus arterias.

Concilio de Elvira, 305 d.C.: “Se decreta que los adultos que después de recibir el bautismo hayan entrado en templos paganos para adorar a los ídolos, lo que es un crimen mortal y el sumo de la maldad, no podrán ser admitidos a la comunión, incluso en la muerte” .

Papa Pío XI, encíclica Ad salutem, #27, 20 de abril de 1930: “…toda compulsión y locura, todo ultraje y lujuria, son introducidos en la vida del hombre por los demonios a través de la adoración de dioses falsos”.

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La Beatificación de Juan Pablo II